El arte colaborativo como resiliencia
El arte colaborativo como resiliencia

El arte colaborativo como resiliencia

La instalación en Santa Inés de un “Laboratorio artístico del habitar” se basa en la hipótesis de que el arte fomenta la resiliencia entendida como capacidad de los individuos y grupos a adaptarse a un estrés o adversidad (Cyrulnik, 2010).

Frente a los desafíos del habitar antes descritos y que se articulan actualmente en torno a un repentino fenómeno migratorio que en ocasiones se ha vivenciado como choque o trauma, tanto por la población chilena como por los migrantes, la participación en un espacio de creación artística colectiva permite proveer distintos recursos para que los habitantes puedan repensar y reinventar su inscripción en el territorio.

Primero y fundamentalmente, crear colectivamente a través del arte, compartiendo un espacio, es una forma de explorar y practicar el auténtico significado del habitar, que tiene que ver con “construir” y “cuidar” un lugar (Heidegger,1951), lo cual resulta sumamente importante en un pueblo atravesado por una autopista muy transitada, donde los espacios públicos son escasos.

Luego, el carácter colectivo de la creación artística busca fomentar la convivencia intercultural, posibilitando interacciones concretas y el intercambio cultural. De esta forma, el Laboratorio pretende favorecer la hibridación cultural (García Canclini, 1999), entendiendo la cultura como un proceso dinámico más que un resultado fijo.

En cuanto a los participantes migrantes, su implicación en una práctica artística procuraría superar la “doble ausencia” (Sayad, 2010) que suelen experimentar, es decir, la falta de una voz tanto en un su contexto social de origen como en su contexto de instalación, transformándola en una presencia cultural auténtica, sin censuras, permitiendo las referencias a su cultura de origen, así como el aporte libre a la cultura de su sociedad de destino.

Finalmente, el Laboratorio busca aportar en la construcción de un sentido compartido del habitar, y más allá, de una identidad colectiva, al permitir la dramatización de los cambios del pueblo por sus propios habitantes, y la imaginación y negociación por ellos del relato colectivo necesario a la conformación de una comunidad (Anderson, 1983).

Metodología: Enlazar la creación artística con la experiencia social
Diseño de un dispositivo de creación artística

El espacio de creación no es insignificante en la metodología del proyecto. Se tratará de abrir un Laboratorio abierto, entendido no como un lugar de experimentación separado del resto del pueblo, sino como un espacio de exploración artística y de convivencia donde puedan participar todos los habitantes de Santa Inés. Por lo tanto,

diseñamos la manera en que se habilitará el espacio concedido por el Grupo solidario Nuestra Señora de la Merced:

1) El taller: es la sala principal donde se realizarán las actividades de reflexión, concepción y elaboración de las obras. Alrededor de las mesas chicas, se llevarán a cabo ejercicios grupales reflexivos, y el mesón grande servirá para la realización de trabajos más prácticos. Este mesón también se ocupará para momentos de convivencia, compartiendo comidas, té y café.

2) El cuarto oscuro: es una habitación oscura (las ventanas serán tapadas con cortinas blackout) donde los participantes aprenderán y realizarán el revelado de las fotografías. También será un lugar de experimentación del fenómeno de la luz. En ocasiones, el cuarto oscuro se transformará en “cámara oscura” para que los participantes experimenten el fenómeno de la estenopeica y la poética de los procesos análogos.

3) El laboratorio de sonido: Esta sala será convertida en un estudio de música y edición sonora. Aquí, los participantes podrán intercambiar desde sus prácticas musicales, sumergirse en los discursos recolectados y los sonidos ambientales registrados, a la vez que podrán aprender algo de montaje de audios.

4) La cocina: Se aprovechará este espacio ya existente para fomentar la convivencia y reforzar la participación alrededor de la cocina, actividad importante para todos los habitantes de Santa Inés. La comida será otra forma de generar intercambios interculturales.
Entrega de herramientas creativas.
Los procesos creativos que se llevarán a cabo en el Laboratorio, se basarán en el uso de dos herramientas creativas poco aparatosas, pero que abren muchas posibilidades creativas.
La primera es la fotografía estenopeica. Elegimos esta herramienta de acuerdo con la centralidad que les quisimos dar a las imágenes en el proceso de creación pues ellas, al ofrecernos “interpretaciones y narrativas sociales” y “perspectivas de comprensión crítica de la realidad”, constituyen un ámbito privilegiado para la exploración del habitar (Rivera Cusicanqui, 2015). Al sacar fotos con cámaras oscuras que hayan fabricado ellos mismos, experimentando el lugar del “Operator”, los participantes volverán a cierta esencia del gesto de fotografiar, considerando que “la emoción del Operator tiene relación con el «agujerito» (sténopé) a través del cual mira, limita, encuadra y pone en perspectiva lo que quiere «coger» (sorprender)” (Barthes, 1980). Desarrollarán así una intención fotográfica, un punto de vista que les permita participar culturalmente en su entorno.
Una segunda herramienta consiste en realizar distintos tipos de registro sonoro. Al fundir las imágenes con músicas propias, sonidos reales, de captaciones de entrevistas y de registros ambientales, su poder de comunicación social será aumentado, sus narrativas subyacentes serán potenciadas, cumpliendo así con el objetivo de visibilizar situaciones y vivencias marginalizadas.